Trekking más rápido y liviano
Andar rápido y liviano siempre se asocia al montañismo estilo alpino, donde se sube una montaña en poco tiempo llevando lo mínimo necesario. Pero para el trekking también es una opción muy interesante ya que permite andar más lejos, cansarse menos y tener más tiempo para disfrutar de los paisajes y campamentos.
Un elemento clave es el peso. Es evidente que mientras menos peso llevemos, más fácil va a ser caminar con nuestra mochila, especialmente cuando son salidas de más de dos días, ya que el exceso de peso se siente a cada paso.
No es tan necesario tener equipo ultraliviano para andar con poco peso. Es claro que ayuda mucho, pero organizándose bien se puede mejorar el peso solo con dejar de lado algunas cosas que muchas veces van demás. Mientras menos cosas llevemos, más pequeña va a ser la mochila. Mientras más eficientes seamos, menos equipo vamos a necesitar.
Siempre he usado mochilas de menos de 50 litros para todas mis salidas de hasta 5 días llevando carpa y todo. Actualmente uso una mochila Osprey Stratos 50, que como es talla S/M en realidad es de 47 litros (la M/L es de 50). Pero tengo equipo bastante pequeño, y es probable que más de alguien tenga cosas de mayor volumen y necesite una mochila de unos 60 + litros para una salida de 5 días.
Hay cosas que no se pueden dejar de llevar, como saco de dormir, colchoneta, carpa, cocinilla, etc. Pero aquí hay que tratar de ir cambiando con el tiempo ese pesado saco sintético por uno de pluma, como los sacos Robens (para misma temperatura, menor peso y volumen). Hay que tratar de tener una carpa más liviana y que sea cómoda a la vez, como las nuevas Hannah Falcon 2 o Hawk 2, que pesan 2,5 y 2 kilos respectivamente, pero que aguantan viento y lluvia sin problema.
Pero como el asunto es cómo minimizo peso con el mismo equipo que ya tengo, lo único que queda es sacar cosas de la mochila.
Vestimenta:
No es necesario llevar dos poleras, varias capas distintas por si hay sol o frío o un short y un pantalón largo. Para 5 días de trekking en tres estaciones recomendaría la siguiente lista:
Ropa interior:
- Dos calzoncillos (uno puesto, otro de reserva solo para emergencias).
- Dos calcetines, uno Liner y otro de trekking.
- Una primera capa para abajo (piernas) delgada.
- Una primera capa para arriba delgada. En primavera u otoño puede ser de grosor medio.
Ropa general:
- Un pantalón Softshell delgado, ojalá con ventilaciones o que los bolsillos tengan malla.
- Una polera de manga larga delgada tipo Rab Aeon Tee (en verano especialmente para evitar quemarse con el sol).
- Una chaqueta liviana (puede ser Softshell delgado o tercera capa impermeable).
- Una chaqueta de pluma de peso medio como la Rab Electron.
Accesorios de ropa:
- Un gorro para el sol.
- Un gorro para el frío.
- Un Buff o similar
- Un par de guantes Liner polar de peso medio.
- Un par de guantes Softshell delgado.
Otros:
- Botiquín personal con lo mínimo, preocupándose de las lesiones más comunes que son ampollas, pequeños cortes, dolor de cabeza, etc.
- Bloqueador y protector labial.
- Lentes para el sol.
- Cámara de fotos.
- Kit ultra básico de reparaciones (un poco de duct tape).
- Navaja de bolsillo.
Como siempre vamos a andar con pantalón, polera, calcetines, primera capa o Softshell si hace más frío, dentro de la mochila solo llevaremos los accesorios y una o dos chaquetas, lo que no pesa mucho la verdad. Y si en campamento se pone muy helado, usamos todas las capas que llevamos.
Comida:
Otra cosa que no es necesaria, es llevar un montón de comida. Ok, más de alguien es sibarita de las montañas y no puede vivir sin su palta de todos los días, pero de verdad hay cosas que no son necesarias, y solo crean basura y peso extra.
Por ejemplo, no es necesario llevar: manzanas, plátanos, huevos duros, latas de atún, tarros de mayonesa, etc. En cinco días no van a sufrir de escorbuto si no llevan naranjas. Y sí, las cascaras de naranja son basura y no se descomponen en dos días, puedes volver al mes siguiente y tus cascaras van a seguir ahí, tal como las dejaste.
Tampoco hay que llevar todo como uno lo encontró en la cocina, es decir si la bolsa de azúcar estaba a la mitad, no es necesario llevarla así, hay que llevar en un frasco sólo lo que se va a usar. Cuenten las cucharadas que creen que van a necesitar y lleven solo eso, más un par extra, pero no una bolsa de azúcar casi entera. Lo mismo un chocolate, no es necesario llevarlo entero, solo debes calcular cuántos trozos vas a comer por día y separarlos y envolverlos en papel aluminio.
Entonces es clave aprender a racionar la comida. Por ejemplo, una ración buena de pasta son aproximadamente 100 gramos por persona, pero solo si se le echa alguna otra cosa como salsa lista. Pueden reembolsar y dividir un paquete de fideos en las porciones necesarias (así también van teniendo bolsas para la basura).
Preocúpense de comer bien, pero si no es muy variado no importa.
Es importante reembolsar y racionar la mayoría de la comida usando bolsas reutilizables. En vez de llevar 10 bolsitas de té con su respectivo envoltorio de papel es mejor sacar los envoltorios y dejarlos en casa y poner las 10 bolsitas en una ziploc que la sigues usando para cada salida. Lo mismo con el maní u otros frutos secos, o con fruta deshidratada o casi todo lo que venga embolsado. Así llevas solo lo que necesitas para cada salida.
Desayunos:
Basta con una taza de té o café (más leche en polvo si se quiere) y algún queque envasado o galletas. También se puede llevar un pan pita más salame (es el fiambre que más dura pues el jamón u otros se descomponen rápidamente sino están refrigerados), mermelada o manjar. Durante el día van rellenando con raciones de marcha.
Cenas:
Pasta, la reina de las cenas. Fácil de preparar, pesa poco y requiere poca cocción, sobre todo las de tres minutos. Se puede hacer con salsa preparada y también se puede agregar salame para algo más de proteínas, pueden buscar algunas cositas para darle otro sabor, como un poco de charqui o algunas especias. También hay otras cosas fáciles de preparar como algunos arroces ya cocinados con carne y vegetales, que aunque parezca que se necesita mucho gas (20 minutos de cocción), en realidad, como la llama está al mínimo, se gasta muy poco.
En todo caso repetir pastas por tres o cuatro días no es problema (se puede cambiar el tipo de salsa y listo). Además al regreso ese churrasco italiano va a saber aún mejor.
Lo otro, es que es mucho más fácil limpiar una olla donde se cocieron fideos que una donde se hizo puré. Para limpiar una olla es bueno poner dos cm de agua y dejar hervir con la tapa puesta por un minuto. El vapor va a soltar las grasas y basta con agitar un poco el agua antes de botarla y luego pasar un poco de papel higiénico para sacar todos los restos. Dejar ventilar para que se salgan los olores.
También está lleno de opciones de comidas preparadas o liofilizadas, pero su precio juega en contra. Dentro de estas comidas, por peso es preferible llevar liofilizada ya que si la porción es abundante pueden comer dos personas con un sobre y solo se necesita calentar el agua hasta que hierve ya que se echa dentro del sobre de la comida.
Almuerzo:
Ración de marcha. No es necesario parar a preparar almuerzo, eso solo consume tiempo, gas y agrega peso. Las raciones de marcha pueden ser desde frutos secos hasta galletas y chocolates y algún pan liviano como el pan pita con algún relleno.
Cada uno debe decidir que llevar.
En lo personal me gusta algo dulce como galletas, snickers y cosas así, además papas fritas y un pan pita con algo de salame o paté por día. Si ponen en una bolsa Ziploc una toalla nova y meten papas fritas de bolsa, estas se mantienen bastante crujientes y si la bolsa la cierran inflada con aire, no se rompen.
Con el tiempo uno se da cuenta que siempre regresa a casa con sobrantes de raciones de marcha, snickers, trozos de chocolate o paquetes de galletas a medias. Es importante racionar para cada día lo que se va a comer y llevar solo eso y nada más.
Una buena idea es preparar sus propias galletas. A mí me gusta hacer galletas de avena pues duran bastante, son duras, no se muelen y llenan harto.
Una vez en el campamento, es ideal optimizar el uso de la cocinilla. En mi último trekking de 5 días por el río Achibueno dos personas usamos solo un balón de gas de 230 grs para todo el trekking. Y calentamos agua, tostamos pan, preparamos cenas abundantes, etc. (¡no era una salida muy liviana!).
Para eso es importante tener una pantalla cortavientos y usarla para que el viento no disperse el calor. Así se puede ajustar la llama para que cubra justo el fondo de la olla y que no se pierda calor por los lados. Es importante dejar un lado abierto para que no se recaliente el balón de gas, poder regular la llama o apagar la cocinilla cuando sea necesario.
Otra cosa muy práctica es llevar un termo de tamaño justo (en nuestro caso cada uno tiene un pequeño termo vaso de 300 cc) y calentar el agua para el té antes de la cena (si toman té o café después de cenar), de esa manera no tienen que limpiar la olla justo después de cocinar y aprovechan de hervir al mismo tiempo el agua para cocinar.
También es bueno llevar una olla de tamaño justo. Para dos personas no es necesario más de 1.4 litros, con ese tamaño se puede cocinar prácticamente cualquier cosa y ocupa menos espacio y necesita menos gas para hervir agua o cocinar fideos. Lleven una olla, no dos, ni una combinación de sartén y olla. Si su set trae de todo, saquen y dejen lo que sobra en casa.
Pueden llevar un solo plato pues una persona puede comer desde la olla, así hay un plato menos que llevar y lavar.
Esto les debiera ayudar a andar más livianos, aunque tengan equipo que no lo sea tanto.
En cuanto a la velocidad, eso de andar rápido si nos va a ayudar a disfrutar de nuestro viaje. Si el objetivo del día es llegar a acampar a orillas de una laguna, es mejor llegar temprano y disfrutar de una tarde relajada que llegar tarde y apurarse para hacer todo y no poder disfrutar de un baño.
Ritmo de marcha:
No es necesario caminar rápido para llegar antes, es mejor tener un ritmo parejo y descansar menos veces y menos tiempo cada vez. No es bueno partir muy rápido y terminar cansándose y parando a cada rato.
Lo que hay que hacer es caminar a un ritmo pausado pero constante, que en las cuestas no implique bajar la velocidad y que no nos haga cansarnos por perder el aliento. Hay que evitar jadear cuando se camina. Con eso se puede parar cada una hora y media o dos horas por no más de 5 o 10 minutos, tiempo suficiente para comer un bocado y tomar agua. No se debe comer demasiado en cada parada pues cuesta volver a caminar si estás haciendo mucha digestión. A un ritmo pausado pero constante y de paso normal se puede caminar con mochila pesada a unos 2,5Km o 3 Km por hora. Y si usamos bien la jornada, podemos cubrir hasta 15 o 20 kilómetros sin problema.
Y si es temprano y ya has cubierto buena parte del sendero de ese día, puedes tomarte un buen descanso más largo de lo normal y disfrutar del paisaje. Yo siempre tengo tiempo suficiente para parar a la hora de almuerzo y comer un sándwich (pan pita con salame) y descansar una media hora.
Un buen par de bastones ayuda bastante pues permite tener mejor tracción en las subidas y perder menos energía. En las bajadas ayudan mucho pues permiten mejor equilibrio y transferir parte del peso a los bastones. Si hay más subida que bajada, es mejor llevar los bastones un poco más cortos para que se haga menos esfuerzo con los brazos (y en las bajadas poco pronunciadas se toman por arriba del pomo y listo).
Mochila:
Hay que preocuparse de que la mochila quede bien ajustada y estibada. Para eso hay que rellenar todos los espacios disponibles. No es bueno guardar todo el equipo y ropa en bolsas (algunas cosas si conviene) y hay que optimizar hasta el último espacio.
Si en la olla cabe el balón de gas, pero no la cocinilla se puede poner dentro el gorro para el frío y un Buff.
En vez de llevar un bloqueador solar nuevo de 250 cc, traspasa solo lo necesario a un frasco más chico (yo he usado esos frascos plásticos donde viene la soya de la comida china).
Si entre el saco de dormir y la chaqueta de pluma queda un espacio, mete un calzoncillo y los guantes de polar.
La carpa divídela en dos y separa las varillas de la carpa. La carpa (o cubre techo, lo que te toque) guárdalo doblado como ropa, ojalá dentro de una bolsa, para que pueda ocupar el espacio necesario dentro de la mochila.
Si el clima va a estar realmente bueno, olvídense de la carpa y disfruten de dormir con el saco bajo las estrellas (sobre todo en salidas de dos a tres días). Si les complica, pueden hacerse su propia funda de Vivac. Yo me he hecho dos en mi casa con una máquina de coser normal a una fracción del costo de una de marca. ¡Y se ahorran dos a tres kilos de peso!
Escrito por Fernando Fainberg (lee los artículos de Fernando Fainberg en nuestro blog)
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