Travesía del Campo de Hielo Norte patagónico
Campo de Hielo Norte "Esta es una de las regiones más encantadoras de la Tierra, si bien reclama de sus aficionados una cierta dosis de estoicismo". Eric Shipton Chile, no es un secreto, esta lleno de tesoros. Uno de ellos es el Campo de Hielo, norte y sur.
Lo abrupto del terreno y el tiempo hizo que tardaran 24 días en recorrer los 50 kilómetros
Ambos están casi inexplorados, mal cartografiados y poco recorridos. Son los más cercanos al ecuador y, después de la Antártida y Groenlandia, las masas de hielo más grandes del planeta. Ambos suman casi 20.000 km2. En este viaje íbamos a probar suerte con el Campo de Hielo norte, el más pequeño de los dos: 4500 km2, 100 km de norte a sur y 50 de este a oeste. Aquí se encuentra también la montaña más alta de la Patagonia, el San Valentín, de 3.950 metros. Al llegar a Santiago de Chile nuestra primera visita fue al Instituto Geográfico Militar, donde compramos unos mapas desastrosos, sin visión estereoscópica ni curvas de nivel. La segunda y más provechosa fue a Pablo Besser, el mejor conocedor de los Hielos Patagónicos y quien, además, acababa de realizar la 1º travesía norte-sur en invierno. Pablo es un tipo hospitalario, risueño y de una fina ironía. Nos regalo una información muy valiosa y un montón de fotos satelitales con notas al margen que guardo como un tesoro.
Constantes subidas y bajadas evitando grietas y zonas conflictivas
En el campo de hielo estas fotos nos ayudaron muchísimo. Disponíamos de 25 días, por lo que no teníamos muy claro si haríamos norte-sur, el San Valentín o el cruce este-oeste, pero queríamos entrar al hielo desde el Lago Leones, por el noreste. Lo abrupto del terreno y el tiempo hizo que tardaran 24 días en recorrer los 50 kilómetros Para llegar hasta allí volamos a Balmaceda y bajamos una parte de la Carretera Austral en coche hasta Puerto Tranquilo. Cuando se acabó la carretera seguimos avanzando con caballos y arrieros hasta el Lago Leones, que cruzamos en zodiac. Desde el lago empezamos a portear hasta el campo 1 a 1100 metros a través de un bosque precioso, donde no era raro ver cóndores y huemules. Para entrar al campo de hielo desde esa vertiente hay que superar un collado a 2200 metros y descender después al plateau helado, a una altura media de 1500 metros. A José Antonio Fernández y a mi, cruzar el collado y pisar el campo de hielo con todo el equipo nos costo 18 días, la mitad de los cuales los pasamos solos y encerrados en la tienda, casi siempre a punto de salir volando. El día que tiramos para arriba ya íbamos muy retrasados; con suerte podríamos intentar la travesía este-oeste. Unos italianos que encontramos nos acompañaron un día de marcha por el plateau pero luego decidieron esperar a que mejorara el tiempo. Nosotros “corrimos” por la parte mas llana del campo de hielo, pero al final este se precipita al mar, por lo que los últimos 10 kilómetros son un caos de grietas. Para poder seguir avanzamos hacia el Nunatak (isla de roca en mitad del hielo) y entramos al glaciar San Rafael por el costado derecho. Antes tuvimos que sacrificar las pulkas y parte del material. Constantes subidas y bajadas evitando grietas y zonas conflictivas Para llegar al mar buscamos la delgada línea que deja la pared rocosa de un lado y el hielo del otro. Se hacia difícil avanzar, obligándonos a subir al bosque mas de 300 metros para bajar después de nuevo al hielo, salvando con suerte, poco mas de 100 metros horizontales. Esas subidas con 30 kilos a la espalda, echando mano a espinosos arbustos, eran matadoras. Además, en el glaciar íbamos encontrando agujeros que dejaban ver el curso de pequeños ríos y grietas cada vez mayores. Todo ello nos obligo a negociar cada metro de los últimos cinco kilómetros. Por fin el frente del glaciar san Rafael quedo a nuestra espalda y el mar a nuestros pies.
Arrastrando la pulka por el Hielo Patagónico Norte
Detrás de nosotros, venia haciendo esa misma travesía, Messner. Yo había leído en una entrevista que iba al campo de hielo para hacer un “big wall” horizontal. Que cada uno le ponga el nombre que mas le guste, pero nosotros tardamos 24 días en recorrer 50 kilómetros (…y 25 eran llanos) desde el Lago Leones hasta el mar. Para salir de San Rafael (donde afortunadamente aun no llegan carreteras) subimos a un barco de turistas que nos llevo hasta Puerto Chacabuco. Los italianos salieron 2 días mas tarde y alcanzamos a verlos en Coyhaique.
A Messner… nunca le vimos.
José Mijares
FUENTE: www.barrabes.com