Silvia Vidal abre una nueva ruta en el Huascarán Norte.
Una nueva actividad en un Big Wall por parte de la catalana Silvia Vidal, en esta ocasión en el Huascarán norte. Esta es la crónica que nos envía de la escalada:
Del 23 de Julio al 9 de Agosto, tras 7 días de porteos, de aclimatación y de fijar los primeros 200 metros de la vía, Youri Cappis (suizo afincado en Cataluña) y yo escalamos una nueva ruta en la cara Este del Huascaran Norte. Youri no tenía experiencia en Big Wall, pero quiso venir a experimentar lo que significa estar colgado varios días en una pared, en altura y sin conexión alguna con la “civilización”.
Hasta 10 días antes del viaje nunca había usado un jumar. Lo practicó durante dos días y se vino... ¡Toda una experiencia, tanto para él como para mí! 
FOTO: SILVIA VIDAL
A destacar el frío intenso que nos congelaba el agua de las botellas y que nos provocó, al cabo de los días, problemas en las manos, en los pies y la nariz. Por lo que Youri hubo muchos días que no salió de la hamaca, para asegurar, y yo iba escalando en solitario, con el Soloist.
Este año ha hecho muy mal tiempo por la zona andina, aunque tuvimos breves momentos de sol, y básicamente siempre estuvimos acompañados de niebla y nevadas, por lo que a la vía la hemos llamado “Entre Boires” (que en catalán significa entre nieblas).
Parece ser que la pared era virgen pues no hemos encontrado información sobre otras ascensiones y nadie nos ha sabido decir...
La intención era escalar la pared (un triangulo rocoso) y luego hacer cumbre. Pero esto no fue posible debido al mal tiempo, a las malas condiciones y también a la dificultad para bajar desde la cumbre hasta la hamaca del campo 3. Ya que era imprescindible rapelar por la misma vía, pues escalábamos en estilo cápsula y debíamos volver a la pared para bajar por la ruta con los petates. Y el ascenso hasta la cima era un laberinto.
FOTO: SILVIA VIDAL
Es una ascensión en la que básicamente la dificultad radica en el recorrido de la vía, que es lo que hace complejo su logística y sobretodo su descenso. Hay una primera parte que transcurre por multitud de techos que hay que ir sorteando y superando.
Una parte intermedia de terreno de nieve y hielo, hasta 80 grados de inclinación, en la que subir y bajar los petates fue muy laborioso.
Y una parte final de pared que es muy desplomada y con una calidad de roca muy variable, aunque aquí el recorrido es muy directo.
Decir que el acceso a pie de pared es bastante peligroso debido a las avalanchas provocadas por el continuo desprendimiento del gran serac que hay entre los dos Huascaranes.
Así mismo hay bastante caída de piedras, de la parte intermedia, que caen a pie de pared. La cuerda fija se nos partió por dos tramos diferentes, tras una caida de bloques...
En cambio, la vía es bastante segura debido a los grandes techos y desplomes. Aunque por otra parte eso fue un problema para los rápeles, ya que desde el final de la ruta hasta pie de pared tardamos dos días y medio en rapelar esos largos de techos, travesías y tramos de nieve.
FOTO: SILVIA VIDAL
Montamos campo base avanzado a 5.200 metros y después de esos primeros días de aclimatación, porteos y fijar, nos trasladamos a vivir a la pared.
En total estuvimos 18 días (17 vivacs) colgados en la pared. De los cuales ninguno fue enteramente bueno."
Datos:
