Montañismo en solitario

Si hay un tipo de salida a la montaña que causa impacto entre los seres humanos comunes (personas no montañistas), los trekkeros y más de algún montañista, es salir en solitario. Basta mencionar el tema para que el neófito (y él ni tan) se asuste y diga que uno está loco, que como se le ocurre, que puede pasar cualquier cosa, que como tan irresponsable, etc.

Lo cierto es que el montañismo en solitario es una de las experiencias más enriquecedoras y revitalizantes que hay, sobre todo si es por más de un día y con vivac en alguna montaña que tenga cierta dificultad. Y si está alejada de las visitas de otros montañistas y tiene algún grado de peligro, mucho mejor. El sentido de libertad que se tiene al estar solo en una montaña lejana es único.

Ojo, que no estoy hablando de escalar una ruta en una pared por una tarde en free solo (sin cuerda), hablo de montañas, de caminar o trepar horas por un valle o un filo para llegar a montar un vivac en algún rincón por ahí y esperar la caída de la noche, que siempre trae algo de emoción y que lo pone a uno en un estado de mayor alerta del que tendríamos si estuviésemos acompañados.

Cerro Retumbadero Alto por la ruta normal en solitario

Cerro Punta Canaletas por una nueva ruta en solitario

Ese estado de alerta hace que cada vez que vivaqueo en solitario termine pensando en algún puma que pueda andar perdido por ahí y que me visite en la noche, o un zorro grande que se atreva a inspeccionar ese bulto raro que está tendido en la nieve. Nunca pienso en fantasmas, monstruos, marcianos asesinos, ni nada parecido, no tengo sueños raros ni nada, de hecho duermo como tronco (aunque si el lugar es incómodo, me despierto de vez en cuando) pues una funda de vivac es como un castillo y cuando se está dentro de ella da la sensación que protege de todo, claro que una caída de piedras te hace papilla, así que hay que buscar un lugar protegido para montar el vivac.

Cerro Retumbadero Alto por la ruta normal en solitario

Una de las cosas buenas de salir en solitario es que uno va a su propio ritmo, sin esperar a nadie o sin apurarse por nadie. También como uno va solo, puede caminar todo lo que quiera y así extender las jornadas y cubrir más terreno y distancia, lo que es muy bueno cuando hay un poco de exploración por lugares donde nunca se ha estado antes. Además nunca se discute que ruta será mejor ni cual lugar será bueno para acampar. Otra cosa muy buena, sobre todo al vivaquear es que se lleva poco peso y una mochila pequeña y liviana siempre se agradece.

Camino a explorar el Yeguas Muertas (a la derecha) en solitario

Vivac en la base del Yeguas Muertas

Estar solo en el cerro puede creerse que es más aburrido, latero, fome, etc. pero al contrario, caminar solo por varias horas o preparar una cena solo con la compañía de uno mismo es muy entretenido. Claro que tienes que poder estar solo, así que si no eres capaz de estar solo en tu casa una tarde sin televisión o internet sin aburrirte, entonces tal vez esto no es para ti. Uno tiene que ser capaz de hablar con su otro yo, discutir con él, pensar de todo, acordarse de cosas chistosas e inevitablemente tararear esa estúpida canción que insiste en ser recordada y que termina acompañando toda la salida.

Explorando el Loma Larga en solitario

Además, estar solo hace que uno sea más consciente de lo que va haciendo y más preocupado de la seguridad pues, estas solo! Y si algo te pasa, no hay nadie que te ayude. Por lo mismo, es bueno ponerse objetivos que sean realizables dentro de cierto marco de seguridad. Hay que usar el criterio que da la experiencia para saber hasta dónde llegar y hasta donde forzar. En montañas que requieren de escalada hay que saber técnicas que permitan minimizar el riesgo (como auto asegurarse), hay que tener cabeza fría y buenos nervios, sobre todo en lugares con mucha exposición, hay que tener experiencia en ese tipo de terrenos y sobre todo saber moverse con naturalidad, confianza y rapidez.

Para el que quiere comenzar con las salidas en solitario, es conveniente partir por algún cerro conocido previamente y tomárselo con calma, ver como uno reacciona a pasar la noche sin carpa en medio de una ladera expuesto a los misterios de la noche (una vez me desperté porque algo me estaba picando/punzando desde afuera pero cuando logré salir del saco ya se había ido), saber sus ritmos y tiempos de caminata, y en la medida que se va adquiriendo experiencia y el gustito se va metiendo en el cuerpo, darle a cosas más potentes. Un consejo para la marcha es caminar entre una hora y media a dos horas entra cada parada a descansar o tomar agua, así van a aprovechar mejor el día. También es mejor ir a un ritmo no muy rápido pero que sean capaces de mantenerlo por harto tiempo y en forma constante en subida, en plano o en bajada, así se cansan menos.

Intento a la cara sur del cerro Altar en Solitario

Lo mejor es ir liviano, así que olvídense de llevar GPS, mapas, set de ollas gourmet, carpa ni hablar, saco ultra abrigado (salvo que sea invernal dura), etc. Si no tienen funda de vivac, pueden comprar una, o como su servidor, hacérsela en su casa (sale un décimo del valor de una de marca). No lleven demasiada comida (siempre van a llegar a comer a sus casas algo rico), pueden llevar una sola olla y un termo chico, así calientan agua, la guardan en el termo y pueden ensuciar la olla cocinando y no tienen que lavarla inmediatamente para calentar agua (no lleven plato, coman en la olla y no lleven taza, tomen del termo). Para lavar la olla, lo mejor es poner dos cm de agua y dejarla hirviendo un minuto con la tapa puesta, el vapor suelta toda las grasas de los fideos y después sale fácilmente con un poco de papel higiénico (u oro blanco como también se le conoce).

Al vivaquear es bueno hacer una pequeña pirca de piedras de unos 60cm o 70cm de alto y que rodee el cuerpo hasta la cintura para que contenga el viento y que además sirve para apoyar la mochila y a su vez apoyar la espalda en ella, así pueden estar cómodamente sentados dentro del saco para cocinar o escuchar música viendo el atardecer (sí, siempre llevo un pequeño mp3 con una buena colección de rock progresivo). Si van a vivaquear en la nieve, pongan un par de piedras planas donde poner la cocinilla para que no se hunda en la nieve (y también poner la comida y otras cosas). En nieve es bueno hacer una pirca con ladrillos de nieve compacta como si fueran piedras. También es bueno llevar una bolsa para juntar nieve limpia para derretir sin tener que volver a salir del saco a buscar a cada rato (yo me hice una de tela cordura porque las de plástico se rompen muy fácil).

Vivac en solitario explorando valles interiores cerca del Marmolejo

Si no es invierno, lleven un saco delgado de pluma y si se pone helado, ponen la chaqueta de pluma o sintética entre el saco y la funda de vivac, lo mismo con la chaqueta de Softshell o impermeable, la ponen sobre el saco encima de las piernas y así no pasan frío.

Si no conocen el terreno, sobre todo el día de cumbre vayan mirando hacia atrás cada cierto tiempo, así van a poder reconocer el lugar al regreso, sobre todo donde está su saco de dormir y las cosas que dejaron dentro de el. Si tienen que usar equipo y auto asegurarse, practiquen la técnica antes de la salida en un lugar seguro, porque si algo sale muy mal, no hay como arreglarlo. Lleven el equipo mínimo necesario de seguridad. Si hay una posibilidad de caída de piedras, lleven casco y si hay tramos de escalada, también!.

Cerro Punta Canaletas por una nueva ruta en solitario

Como van solos, no hay nadie que les preste un encendedor si se les olvida, así que planifiquen bien su salida, hagan un check list con todo lo que llevan y en la medida que lo van metiendo en la mochila, lo van chequeando en la lista. También den aviso detallado de su salida a amigos o parientes y a alguna institución como el cuerpo de socorro andino de chile. Avisen la ruta que creen que van a seguir o la zona que van a explorar y cuando debieran estar de vuelta. Den aviso de que volvieron!

Como ven, no es tan complicado ni riesgoso el salir en solitario, y si nunca lo han hecho, atrévanse, que es una gran experiencia que de todas maneras vale la pena.

Escrito por Fernando Fainberg (lee màs artículos de Fernando Fainberg en nuestro blog)