Andrés Zegers impone un nuevo récord de velocidad en la cara oeste del Huayna Potosí
El alpinista chileno Andrés Zegers realizó la ascensión más rápida documentada de la cara oeste (1.000 m, 70º, D+) del Huayna Potosí (6.088 m), en 2 horas 48 minutos, tras otra interesante ascensión en el Cabeza de Cóndor. A su vuelta a Chile, un incidente con la policía le provoca múltiples lesiones.
Andrés Zegers es un nombre a tener en cuenta dentro del alpinismo sudamericano. Su currículum deportivo está colmado de ascensiones relevantes, especialmente en las montañas latinoamericanas. A finales de diciembre del año pasado abrió junto al italiano Andrea di Donato una notable variante en la cara sur del Aconcagua (6.929 m). Y en primavera volvió a ser noticia por una nueva ruta en la cara oeste del Sajama (6.542 m), en Bolivia.
El alpinista chileno destaca otra vez este verano por dos actividades remarcables, aunque vienen seguidas de un jarro de agua fría en forma de un incidente con la policía de su país que le ha dejado varias secuelas físicas.
Actividad en la Cordillera Real
A principios de julio, Andrés Zegers estuvo recorriendo una vez más las montañas de la Cordillera Real, en Bolivia. Según cuenta él mismo, el día 1 de julio ascendió la cara sur del Ala Izquierda (500 m, 60º, D) del Cabeza de Cóndor, un bello pico de 5.532 m del sector del Condoriri. Posteriormente, descendió por una canaleta en la cara noreste para proseguir con una travesía hasta otra canal que le condujo directamente al collado Ala-Cabeza de Cóndor (5.648 m), “el cual subí por su cara oeste de 300 m (60º, D), para proseguir mi descenso por la bella ruta normal”. Y todo en unas escasas ocho horas y media de tiempo, contando desde su salida del campo base hasta su regreso a él.
Con esta previa, el día 5 de julio se desplazó hasta el famoso Huayna Potosí (6.088 m), donde estableció un nuevo récord de velocidad en su afamada cara oeste. Una vertiente de 1.000 metros de desnivel, con pendientes de hasta 70º y una dificultad cotada en D+, que consiguió completar en menos de tres horas: 2 horas 48 minutos, exactamente.
Incidente con la policía chilena
Sin embargo, las buenas noticias se terminaron ahí para Zegers, quien vivió una suerte de infierno a su regreso a su país. Lo cuenta de la siguiente manera en un email remitido a la redacción de Desnivel:
“Una vez en Chile, luego de detenerme a escalar en una localidad en el desierto de Atacama, bajé a Arica ‘a dedo’ (auto stop). El vehículo que me recogió se saltó un control policial, para luego de un par de kilómetros ser abandonado. La policía llegó, me pidieron que me tirara al piso y me pusiera las manos en la nuca, para luego ser golpeado brutalmente por una patada descendente que me provocó múltiples fracturas nasales y un esguince cervical grave. Luego estuve detenido, fui torturado y robado por los carabineros.”
“Por si esto fuese poco, inventaron toda una mentira para encubrir su mal actuar y hoy en día me acusan de receptación de un vehículo (ya que el vehículo era robado), intento de atropellar a dos funcionarios y resistirme al arresto. El vehículo era una carcacha, un Subaru del año 85 que no vale siquiera 700 euros. Por otro lado, tuve que operarme y me costó 10.000 euros, llevo un mes sin poder trabajar y me quedan algunas semanas, a parte de todo el tiempo perdido con abogados y médicos. Todavía no sé si quedaré preso o con mis papeles manchados de por vida por la mentira de los carabineros. Además, me hace pensar: ¿a cuánta gente le habrán liquidado la vida los carabineros con sus mentiras? La palabra de un civil ante la de un carabinero no vale nada, así que es muy difícil defenderse. Espero que todo salga bien, pero tengo para algunos años en este proceso”.
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