Vint ani do en libre (8a+, 350 metros)
Los hermanos tiroleses Martin y Florian Riegler firman la primera ascensión free de Vint ani do, una línea de 350 metros que recorre la pared Oeste del Meisules de la Biésces y alcanza dificultades de 8a+.
2 de Marzo. Los hermanos Martin y Florian Riegler, del Tirol del Sur, se lanzan a una pared de Dolomitas de 350 metros, escalando todos los largos de Vint ani do. "Ese gran muro maravilloso se había alojado en mi memoria desde hacía mucho tiempo", comentaba Martin, después de completar la primera en libre de la ruta, superando dificultades de 8a+. Esa gran pared que atrapó a los hermanos Riegler se levantan en la cara Oeste del Meisules de la Biésces (2.457 metros), en la región de Sella. Su primera ascensión la protagonizaban los locales de Val Gardena, Ivo Rabanser y Stefan Comploi en 2004, ayudados del artificial (VII, A2).
"Ya había intentado la ruta con un amigo así que ahora sabía a lo que me atenía", continúa Martin, "En aquella ocasión escalamos durante todo el día, llegando a los últimos largos con una oscuridad total a nuestro aldedor". Martin y su amigo emplearían otras dos horas ascendiendo sobre el gran vacío y sobre la nieve fresca que había empezado a caer nada más salir del coche. "El imponente techo situado a 120 metros de la cima de la pared había consumido todas nuestras energías". Florian se daba cuenta de que la idea de escalar en libre la ruta se hacía, en aquellos momentos, imposible. "Imposible hasta un año más tarde".
Vint ani do, es probablemente la ruta más dura del área de Sella / Sassolungo, exigiendo un nivel técnico y mental para privilegiados. Con madera de clásica.
Un año con el muro en su cabeza
"Regresé, aunque esta vez acompañado de mi increible hermano Florian. Nuestro objetivo era liberar al completo los 350 metros del itinerario". Ya sabían que las mayores dificultades las iban a encontrar en el techo y así fue, aunque tras estudiar progresivamente y con mucho tiento la plancha que cubría sus cabezas encontraron una secuencia de diez movimientos de búlder que les permitió salir. "Después de una pequeña travesía empezaban los invertidos, una pequeña regleta para la mano derecha y un bidedo precario para la izquierda". Un dinámico más tarde, que permitía alcanzar un buen agarre, les llevaba hasta el cruzado final, otro dinámico para el que se aferraban a dos minúsculos garbanzos.
"Logramos superar el techo en libre, pero aún nos aguardaban 200 metros de escalada alpina de dificultades de hasta 7b+". Exhaustos, se pusieron manos a la obra. "Florian y yo evolucionamos por el muro, encontrando 15 centímetros de nieve fresca sobre él en algunos puntos, aunque la pared se secaba con rapidez y nos mostrábamos extremadamente motivados". Escalaron los primeros largos con mucha prisa, sacándo a la primera los pasos de 7b+. "Pero después fuimos notando el cansancio, habíamos llegado al techo mucho más tarde y con menos energías de lo que habíamos previsto. Necesitábamos un pequeño reposo y algo de azúcar. Luego nos sentimos preparados para cualquier cosa".
Continuaron con la escalada, concentrados, absortos sobre la roca, obligándo a sus músculos a agotar hasta la última reserva de fuerza. "¡Y lo logramos!". Los hermanos Riegler completaban su objetivo, escalar en libre los doce largos de esta estética ruta. Agotados y satisfechos abandonaron la cima. "El sol se puso tras el Sassolungo y nos marchamos, dejando atrás una hermosa aventura".
Fuente: http://www.desnivel.com/deportes/alpinismo/object.php?o=16883
