Ueli Steck, solo en la norte del Eiger

El alpinista suizo Ueli Steck

Sin embargo, la cordada suiza no consiguió escalar la ruta hace cuatro años de una tirada, sino que instaló cuerdas fijas y fue ascendiendo y descendiendo por ellas cada vez que avanzaba un tramo.

Pese a que muchos le dijeron que resultaría casi imposible escalarla en estilo alpino, Steck se empeñó en demostrar que se podía hacer. “Para mí es el punto final a un capítulo abierto en el Eiger”, dijo el escalado, nominado al Piolet d’Or por sus solos la pasada primavera a la norte del Cholatse (6.440 metros) y la este del Tawoche (6.505) en el Himalaya.

Con 1.800 metros de desnivel y dificultades de 7a/A2 en roca, WI 6 en hielo y M7 en mixto, “The Young Spider” (La joven araña) había pasado cuatro años sin que nadie lograra repetirla, pese a que, según aseguró, Steck distribuyó ampliamente la reseña de la ruta. “Nadie tuvo finalmente el coraje de meterse e intentarlo”.

Las condiciones para la realización de la vía fueron casi perfectas, resaltó el escalador, aunque quizá se encontró con demasiada nieve. En cualquier caso, la roca estaba bastante seca y la temperatura era muy baja (de unos 25 bajo cero), con lo que los pasos de hielo fueron bastante seguros.

Steck está nominado al Piolet d’Or 2005

Lento

Después de especializarse en ascensiones rápidas, la ardua y lenta progresión en la norte del Eiger resultó mentalmente muy dura para Steck. “En realidad todo fue una pura cuestión de voluntad”. El suizo, de 29 años, tuvo que cargar durante su ascensión con un petate de 50 kilos con el material, dos cuerdas, comida, saco y hamaca.

En los tramos complicados de la ascensión, el alpinista conseguía completar tres o cuatro largos de los alrededor de 30 de los que se compone la ruta, lo que da idea de las dificultades técnicas de la escalada, teniendo en cuenta que el suizo subió en dos días la norte del Cholatse o invirtió apenas 11 horas en la ruta Heckmair también en condiciones invernales.

En cualquier caso, Steck reconoció que la exigencia mental del reto en la Eiger fue menor que en el Himalaya, pues en la mítica pared alpina siempre existió la posibilidad de rapelar en un día hasta lugar seguro en caso de contratiempo o incluso pedir ayuda en un momento de emergencia.

Fuente: www.uelisteck.ch;  www.barrabes.com