Mención especial de los Piolets d’Or a la liberación del Cerro Torre
Además de las seis actividades nominadas a los Piolets d’Or 2013 y del premio a Kurt Diemberger por toda su carrera, el jurado presidido por Stephen Vanables y formado por Silvo Karo, Katsukata ‘Jumbo’ Yokoyama y Gerlinde Kaltenbrunner ha decidido otorgar una mención especial a las que califican como “dos ascensiones simbólicas y con significancia histórica realizadas en la arista sureste del Cerro Torre a principios de 2012”. Se trata de la escalada de Hayden Kennedy y Jason Kruk en ‘el buen estilo’ y quitando una parte de los clavos de Maestri de la Vía del Compresor, y la posterior primera en libre protagonizada por David Lama y Peter Ortner.
Con este premio, la organización de los Piolets d’Or se posiciona a favor de Kennedy y Kruk en la polémica suscitada a raíz de su actuación con respecto a los clavos de Maestri, y en defensa de un estilo de escalada lo más puro posible. La argumentación del jurado, con participación decisiva del esloveno Silvo Karo, con una larga experiencia patagónica, es la siguiente:
En 1952, después de haber hecho la primera ascensión del vecino Fitz Roy, el francés Lionel Terray describió el Cerro Torre como “una montaña imposible”, una expresión totalmente aplicable a la aguja granítica de una milla de alto con sombrero de hielo que tenía a la vista. Él vio la imposibilidad porque entendió que el alpinismo implicaba la voluntad de medirse uno mismo contra los retos naturales de la montaña.
En 1970, Cesare Maestri colocó más de 300 buriles en la arista sureste, un camino manufacturado que alteraba inequívocamente el carácter de este pico espectacularmente indómito. En enero de 2012 Hayden Kennedy y Jason Kruk escalaron la arista sureste en el ‘buen estilo’ y quitaban muchos de los clavos de Maestri durante su descenso, dando el primer paso en la recuperación del desafío natural de la montaña, un acto que también implicaba devolverla a un estado no controvertido.
Unos días más tarde David Lama y Peter Ortner conseguían completar una escalada libre de la arista sureste del ‘buen estilo’, superando un reto natural incluso mayor.
Los organizadores de los Piolets d’Or estamos felices de anunciar que los protagonistas de estas dos ascensiones estarán presentes en Chamonix-Courmayeur del 3 al 6 de abril.
En su libro 2000 Metri della Nostra Vita, Maestri se mostraba de acuerdo con las acciones de Kennedy y Kruk, contando que antes de realizar el primer rápel decidió “sacar todos los clavos y dejar la escalada tan limpia como la habíamos encontrado”. Desgraciadamente, después de cortar 20 buriles y darse cuenta de la magnitud de la empresa, Maestri abandonó.
Los clavos cegaron posibilidades: devolviendo el Cerro Torre a su estado más natural esa ceguera ha desaparecido, como atestiguan las incontables cordadas que han escalado la cara oeste este año. Resulta que la presencia física de los clavos no era tan importante como su impacto psicológico, y su tendencia a llamar la atención sobre el camino manufacturado, antes que en los relieves naturales de la montaña que permiten el paso.
La odisea de Maestri y la Vía del Compresor perdurarán en los libros de historia, como un testamento sobre la capacidad humana para la arrogancia y una increíble determinación, mientras el Cerro Torre ha recuperado su sitio como icono de aventura en terreno salvaje.
Lo sucedido en el Cerro Torre en 2012 nos obliga a echar un vistazo más de cerca a los valores fundamentales del alpinismo. Como explica Reinhold Messner, es tiempo de “dejar atrás las cadenas de alpinismo de conquista… y buscar de nuevo los límites de lo posible –porque tenemos que tener esos límites si vamos a utilizar la virtud del coraje para acercarnos a ellos”.
Preguntado sobre la Vía del Compresor, el legendario escalador esloveno Silvo Karo, responsable de dos nuevas vías y un gran enlace en el Cerro Torre, respondía: “Esa escalada le fue arrebatada al futuro. Sin todos esos clavos, la historia de esa montaña maravillosa habría sido muy diferente. Estoy convencido de que en alpinismo es más importante el cómo has escalado que el qué has escalado”.
El presidente del jurado Stephen Venables expresaba unos pensamientos similares, diciendo que “durante los últimos 20 años la escalada se ha convertido en un producto ‘de consumo’ más, en el que simplemente pagas para recibir una predecible experiencia preempaquetada. Kennedy, Kruk, Lama y Ortner han devuelto a la arista sureste del Cerro Torre al reino de la aventura genuina. Mi sentimiento es que esto va mucho más allá del Cerro Torre. El incesante crecimiento en la equipación de cada trozo de roca en el mundo está socavando seriamente los valores más básicos del montañismo”.
