Transporte, mantenimiento y ajuste de los Crampones
Los crampones por poseer varias puntas bastante afiladas, pueden dejarnos la mochila hecha una pena, así como también herirnos si no estamos muy atentos, nos tropezamos, o hacemos un uso inadecuado de los mismos.
Para ello, nada mejor que terminar esta guía sobre crampones con un repaso sobre como transportarlos, mantenerlos y ajustarlos.
1. Transporte de los crampones:
El crampón nunca debe ir colgando fuera de la mochila, no solo porque se pueda desprender, perderse o nos desequilibre; si no porque en caso de no tener funda o topes de goma, puede destrozarnos la mochila o a un desprevenido compañero cuando nos giremos que seguro no lo recibirá con agrado.
Para ello, debemos llevarlos siempre en el interior de nuestra mochila, preferiblemente a mano, y siempre en una funda protectora si no queremos dañar la mochila y todo lo que haya alrededor de los crampones. Estas fundas deben de ser de un material bastante duro, preferiblemente en polyester o nylon de alta resistencia porque si no podremos agujerearlo. En caso de tener una rejilla para ventilación y facilitar así su secado, esta debe de ser especialmente resistente, puesto que será el elemento más débil de la funda.
Además de la funda o como reemplazo a esta (aunque mejor llevar las dos cosas), está el pulpo o tope para las puntas. Fabricados en caucho, látex o goma; que inutilizara el filo de las puntas del crampon protegiéndonos de pinchazos no deseados. No he visto ningún pulpo que este pensado para 10 puntas o menos, todos están pensados para 12 puntas. No se debe caminar jamás con ellos puestos por simples razones, no tendríamos adherencia si lo hacemos por nieve o hielo, y si lo hacemos por una superficie dura agujerearíamos los topes y romperíamos el protector.
De nuevo, también hay varios topes o pulpos en el mercado y podemos encontrar dos tipos:
• Forma ramificada:
• Forma circular:
A destacar este último, Crampon's Crown de Grivel que ajusta como un guante. Con el pulpo de forma ramificada tuve problemas de ajuste en mis crampones G12.
2. Mantenimiento de los crampones:
Las puntas del crampón perderán su filo con el tiempo y el uso, especialmente si caminamos sobre roca. De modo que cuando estén algo romas tendremos que afilarlas, y desgraciadamente tendremos que hacerlo con una lija para metal a mano, y no con una esmeriladora eléctrica. De no hacerlo así, calentaremos con casi toda seguridad el metal y provocaremos el deterioro de su estructura. De las primeras cosas que te dicen en las instrucciones (si es que se incluyen) o en la web del fabricante es que no lo hagas con herramientas eléctricas. No se debe abusar del afilado de las puntas, ya que reduciremos su vida útil.
Por último, después de su uso nunca se deben guardar ni deben tener puestos los topes de goma si los crampones están húmedos. Durante la salida, habrá momentos en que no nos quede más remedio que llevarlos guardados y mojados, pero una vez en la tienda debemos sacarlos para que se sequen, y si podemos acelerarlo con algún trapo o lo que tengamos a mano mejor aun. De no hacerse así, si es fácil que aparezca el oxido en el acero; si encima los guardamos húmedos sin haberlos secado, semanas o meses más tarde en nuestra casa, cuando los saquemos de su funda salvo que sea de correas, tendremos un mazacote totalmente rígido que nos costará bastante remediar.
Para evitarlo, después de cada salida debemos secarlos con un trapo, quitarle los restos de suciedad o barro con un cepillo de dientes o similar, y añadirles un poco de aceite lubricante para limpiarlos y engrasar las partes mecánicas. Debe de ser un aceite neutro (el 3 en 1 de toda la vida por ejemplo), no se debe usar grasa de litio porque además de inflamable (imagínate al raspar con una roca las puntas de este si salta una chispa), puede ser abrasivo con la pintura epoxi del acero. Después de empapar un poco el trapo en aceite y pasarlo por las puntas, las zonas clave donde aplicarlo serian en los ejes de la barra frontal en los automáticos, en los ejes de la talonera de los semi/automáticos y en la platina de ajuste de la barra. Los crampones de correas son mucho más sencillos de mantener ya que al ser piezas plásticas no se van a oxidar. No estaría mal tampoco, revisar que los tornillos, remaches y anillas se mantienen en su sitio y que no tienen oxido.
Igualmente cada cierto tiempo, no estaría mal examinar detenidamente, incluso con lupa si hace falta, en busca de signos de deterioro o fisuras en el metal con el fin de garantizar su correcto estado.
3. Ajuste del crampón:
Siempre se tiene que revisar el ajuste y calibración del tamaño de los crampones previamente en casa antes de salir. Nunca viene mal practicar su colocación y ajuste previamente, ya que así lo haremos más rápido y con más soltura cuando la situación lo requiera en unas condiciones menos favorables.
En todas las fijaciones debe regularse tanto su longitud, que debe ser unos 5-10mm más corta que el talón de la bota (nunca más largo que esta), y que las puntas frontales no sobresalgan más de 20-25mm de la punta de la bota. De igual manera debe corresponder adecuadamente a la suela de la bota estando lo más paralelo y unido posible a esta sin dejar ningún hueco, y siguiendo fielmente su contorno. En caso de no ser así necesitaremos unas barras asimétricas.
Según el tipo de fijación, en los semi/automáticos debemos regular también la altura de la talonera y la barra frontal, de forma que una vez colocada en la pestaña trasera de la bota, aun sin cerrar las correas el crampón se mantenga firme y no se salga aun agitando la bota. Para un optimo ajuste, los crampones tienen dos o más agujeros tanto en los ejes de la talonera como en los ejes frontales (en el caso de los automáticos), para así alargar o acortar su distancia. La parte frontal de los semi/automáticos debe quedar firmemente unida a los laterales y punta de la bota. En el caso de los crampones de correas, con las piezas plásticas correctamente colocadas y de nuevo sin cerrar las correas, también debería mantenerse la bota más o menos en su sitio.
El crampón correctamente ajustado no debe oprimir demasiado la bota (y por ende nuestro pie) a la vez que se mantiene correctamente en su lugar.
Una vez ajustados en casa, cuando estemos fuera para colocarse los crampones lo mejor es hacerlo sentado o de rodillas y preferiblemente en una zona llana. Debemos colocarnos los crampones antes de que nos hagan falta, y cuando hayamos caminado con ellos un rato tendremos que hacer un segundo ajuste de las correas porque se aflojarán. Estas no deben tener los sobrantes colgando para evitar que se nos enganchen.
4. Otros apuntes sobre su uso y seguridad:
Cuando caminemos con ellos debemos separar un poco nuestros pies, puesto que alguna punta puede engancharse en la cara interna de la otra pierna y desgarrarnos el pantalón (o algo peor). No vienen nada mal unas polainas con refuerzos de cordura y/o kevlar.
También debemos tener especial cuidado con los tropiezos ya que suelen hacernos besar el suelo en la mayoría de los casos, y en muchas ocasiones clavarnos alguna punta que nos deje algún regalito en nuestras preciadas botas o pantalones. Hay que estar atento en donde pisamos, y prestar atención a no engancharse con el sobrante de las correas.
Si nuestra salida va a ser superior a dos días o alejada de la "civilización", no viene mal tener unas correas o un poco de coordino de repuesto en la mochila por si las nuestras se rompen y poder hacer así una reparación de emergencia.
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