Silvia Vidal abre una nueva ruta tras 21 días en solitario en la pared

Silvia Vidal abre una nueva ruta tras 21 días en solitario en la pared

870 metros, Karakorum, Shipton Spire. A4+ . 21 días en cápsula en la pared, totalmente en solitario, sin ninguna ayuda externa. Silvia Vidal vuelve a abrir en un Big Wall, en una gran experiencia en solitario y sin comunicación con el exterior de las que ya no se estilan, en esa inmensa pared que tan bien se da a las escaladoras de aquí: Cecilia Buil fue la primera mujer en conseguir vencer esta pared, en una expedición totalmente femenina, en 2.001


La aguja del karakorum ha sido testigo de la ascensión de Silvia

Silvia decidió que esta escalada la iba a realizar de forma totalmente autónoma, ya desde el campo base avanzado, en donde la dejaron los porteadores. Así, tardó 8 días en hacer viajes acarreando material desde el campo hasta el pie de la pared, el pilar noreste del Shipton Spire. Allí elige una línea a la derecha de la ruta seguida por Igor Soller y Vlado Linek en 2005.

Comenzó a escalar, fijando los primeros 200 metros de pared. A partir de ahí, para arriba en cápsula, sin volver a pisar el suelo. Nada menos que 21 días en solitario, sin ningún contacto con el exterior, ya que no se llevó ni radio ni satélite, hasta que consiguió alcanzar el punto en el que el pilar se funde con la pared. La mayor dificultad, según nos indica Silvia rectificando la información que publicamos en un primer momento, se sitúa al principio de la vía: A4/A4+. Desde donde termina el pilar, seguían quedándole varios largos para concluir, con una salida en terreno mixto.


Silvia, en la pared

Desde ahí, para alcanzar la cima, se puede seguir un terreno mixto muy helado con largas travesías, siguiendo la ruta “ship of fools”, abierta por los americanos en 1.997, pero la tapia ya ha llegado a su fin. Silvia había decidido que llegaría hasta ese punto, por lo que comenzó el largo descenso hasta la base del pilar. Según ella, una gran experiencia.Esta aguja del Karakorum ha sido escenario en los últimos años de algunas escaladas realmente memorables. Pocos se atreven a internarse en ella, y las pocas aperturas suelen ir de mano de escaladores rusos. Sin embargo, el verano de 2.001 fue testigo de dos ascensiones destacadas: Mauro Bolle abrió “Women and Chalk”, un antes y un después en el Big Wall, al abrir en libre largos de hasta 8a, a 5.700 metros de altura. A la vez, coincidiendo en la pared, la oscense Cecilia Buil conseguía la primera ascensión femenina a esta montaña, formando cordada con las americanas Lizzy Scully y Nan Darkis.