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 Santiago en la cima del Broad, en 2007. Foto: Col. Santiago Quintero | Santiago Quintero, segundo ochomil "Nunca imaginé que fuera tan hermosa", comentaba Santiago Quintero, por teléfono satelital, tras descender de la cumbre del Makalu. "Fue una subida muy exigente. Muchas veces quise darme la vuelta y regresar, solo veía rampas interminables, tramos de roca que no se acababan nunca, hasta que alcancé la arista y en este momento tuve la certeza de que íbamos a llegar". Una vez arriba, él y dos compañeros brasileños, Irimar y Waldemar, disfrutaron de una vista despejada del Everest y del Lhotse. "Lo único que hice fue llorar y llorar", reconoce Quintero.Tras ser recibidos por una foto del Lama en la cumbre ("Que gran bienvenida") y de disfrutar de la vista desde más de 8.400 metros, Santiago iniciaba un descenso precario, muy cansado, después de superar 1.850 metros de desnivel en el ataque a cima. Así, Santiago Quintero, cumple con su segundo objetivo antes de probar suerte en el K2 en 2009. Su primer ochomil, los dos coronados sin ayuda de oxígeno suplementario, era el Broad Peak, cuya cumbre pisaba el año pasado.
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