CORTESÍA FOTOGRAFÍA: PANORAMIO.COM
(Este es el e-mail enviado por Vince Anderson, comunicando la culminación de un nuevo proyecto de escalada en el Himalaya)
El Jueves 16 de Octubre, Steve, Marko y Yo subimos hasta el campo 2 (ca. 6700 m.) en el Makalu con la intención de permanecer unas pocas noches por tema de aclimatación y posiblemente, para subir el Kanchungtse (Makalu 2 - 7600 m.). La tos de Steve no había disminuido por lo que decidió simplemente descansar en el campo 2, mientras que Marko y Yo subimos. Queríamos probar una ruta en la cara oeste nunca antes escalada (un intento anterior había terminado en la arista, justo antes de la cumbre).
Nos despertamos temprano en la mañana del día siguiente, el cielo estaba despejado, viento ligero y temperaturas muy frías. Dejamos a Steve y el campamento a las 7:00 A.M. y nos acercamos al base de la pared en poco menos de dos horas. Mis pies estaban tan fríos que tuve que parar en el bergschrund, quitarme las botas y calentarlos con mis manos.
Empezamos a subir por el hielo roto y la roca, en poco tiempo el sol nos alcanzo. Iniciamos la escalada en terreno moderado hasta que nos quedamos sin tornillos de hielo. Después de unos pocos pasos, la ruta se hizo mas inclinada y la escalada se hizo más interesante con pasos ocasionales mixtos, ahora subo un paso lento a la vez. Nos quedamos en el sol la mayor parte del día, que ayudó a soportar el frío viento. A veces suena como un tren por encima de la arista.
La escalada se tornaba más difícil según continuamos subiendo. Por encima de 7.000 m. la altitud comenzó a cobrarnos su peaje, por lo que nos obligo a avanzar a paso de tortuga. Después de aproximadamente una docena de pasos llego un descanso, gracias a la nieve, tuvimos la oportunidad de escalar fácilmente, poco a poco, subimos 100 m. hacia la parte superior de la luz ámbar de la tarde. Parecía que al final lo habíamos realizado, porque la nieve se terminaba. Lo hicimos pensé, pero el terreno no se transformo más fácil como lo esperábamos. Debíamos establecer medidas, puesto que por encima de nosotros había oscuras y escarpadas rocas y amenazantes nubes. Marko daba a la vez un paso, para nada más encontrarse con que tenía que realizar otro. Empezamos a sentir como que nunca terminaría la ruta. En la última luz del día, me dí la vuelta para coger un vislumbre de una hermosa puesta de sol detrás del Everest y el Lhotse, a sólo doce millas de distancia.
La oscuridad descendió y por ende el frío. Continuaremos subiendo. Ya no teníamos agua y por tal razón no podíamos ni alimentarnos, estábamos muy agotados por el largo día en el frío, la dura escalada y la altitud. Estamos ahora en 7.600 m. (aproximadamente 25.000 pies) y en la oscuridad. El frío se deslizaba sobre nosotros e inició a cobrar la última parte de la cuerda, desmonte el anclaje e inicié la escalada nuevamente. Después de una aparentemente interminable progresión de cuatro respiraciones por cada paso, llegue al punto mas alto de la cuerda, luego de un pequeño descenso llego a una repisa donde se encontraba Marko que estaba asegurándome. No dijimos nada, intercambiamos abrazos, sin fotos o cualquier celebración, iniciamos el descenso.
Sin nosotros saber, otras personas, entre ellos Steve, habían hecho el seguimiento de nuestros progresos desde abajo, con cierta consternación, debido a lo avanzado de la hora de nuestra reunión en la cumbre, los fuertes vientos y la agrupación de las nubes. Por alguna razón (deshidratación), la visión en mi ojo izquierdo estaba completamente borrosa. Tenía gran dificultad para ver. Marko continuó bajando, mientras todo lo que Yo tenía que hacer era seguir sus huellas en la nieve. En una hora y media llegamos al Makalu La, el gran paso que separa de Kangchungtse del Makalu, luego del cual únicamente seguimos hasta nuestro campamento. Llegamos a las 11:00 P.M. donde Steve nos esperaba con impaciencia junto A bebidas calientes y sopa.
El clima que se había convertido en una amenaza en la noche con fuertes vientos y nieve suave, terminó siendo una buena prueba de nuestra ligera tienda de campaña, la cual nos despertó con una fina capa de nieve dentro de la misma, luego de una larga noche durmiendo. A la mañana siguiente, sábado, tomamos nuestro equipo y descendimos hasta el campamento base.
VINCE.
FUENTE: www.thecleanestline.com
